El primer día de clases representa un hito muy importante en la vida de un niño. Por primera vez deja el ambiente protegido del hogar, donde siempre ha contado con el afecto y el apoyo incondicional de sus padres, para aventurarse en un territorio nuevo que impone exigencias objetivas, tanto en términos de rendimiento intelectual como de conducta. En tales circunstancias es comprensible que muchos niños reaccionen con desagrado o con rechazo frente a la expectativa de ir al colegio. Este libro nos presenta a Octavio, un niño a quien le corresponde ir a la escuela por primera vez. Sin embargo, el no está muy entusiasmado con la idea. Su mamá intenta persuadirlo y le comenta que, en realidad, más allá de sus aprensiones, la escuela es realmente genial. Octavio la escucha, pero aún no se convence del todo.